Diseño bello, bueno e inteligente

Esta arquitectura quiere volver al espíritu clásico que piensa que belleza y razón son de la misma índole y, por el otro, propone una nueva idea de lo confortable.

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Sobre el deck de lapacho, sillones de hierro blancos y alfombra de yute.

El estado actual de nuestra arquitectura permite pensar las ideas vigentes del siglo XX-como las de Mies van der Rohe, por caso-, pero darles una vuelta de tuerca que mucho tiene que ver con la contemporaneidad. Es decir, formas que de alguna manera nos resultan familiares, aquí (nos referimos a esta casa de 300 m2  en un barrio cerrado del oeste del Gran Buenos Aires), adquieren un nuevo significado.

La obra del 2009, y es un proyecto de los arquitectos Alejandro Scotti y Nicolás Tobo. Su fisionomía- y lo que es más importante, su estructura- sigue a los maestros de la arquitectura de Bauhaus, pero suma también otras influencias como la de los modernistas de los años ´60 y ´70 estadounidenses, aqruitectos que trabajaron especialmente en la Costa Oeste.

Es decir, que las soluciones que plantea, no sólo son estéticas sino que resultan completamente funcionales. La casa consiste, según los arquitectos “en dos volúmenes que se entrecruzan, uno de paredes de vidrio para tomar ventaja del verde que la rodea y la vista, conteniendo a las áreas sociales. El play es el link con el otro volumen, donde los dos cuartos de los chicos están de un lado, y la suite del otro”.

Una estructura en forma de “T”, que conecta a todo el conjunto con el atractivo exterior de la vivienda, o que hace que la estructura esté sumamente integrada al verde.

Otro elemento interesante es el uso de los materiales:si se trata de denotar la estructura, el camino que se eligió es el de la simplicidad.Y, se sabe, nada es tan complejo de lograr como la belleza:”los materiales que se usaron-explican-son concreto, cemento, vidrio y madera. Los pisos interiores son de cemento alisado y los exteriores decks de lapacho”.

La idea es que el conjunto funcione como una casa de fin de semana, tanto su fisionomía exterior, como la estructura de conjunto, son esencialmente, comprensibles en el entorno que ocupa la vivienda. Está pensada para que lugares como el jardín de invierno o el plan sea espacios muy habitados.

Un lugar en el que es pensable realizar un asado, descansar y recibir amigos, todo facilitado a partir de las soluciones que brinda la arquitectura y lo que proponen una decoración en que la simpleza-¡una vez más!- permite ver, habitar, captar sensorialmente al conjunto. Muchos de los muebles fueron diseñados especialmente para la casa, a fin de mantener una coherencia, que sin dudas, se logra.

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