Del furor juvenil por los pantalones Bali, al culto por los nuevos Elepants

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Del furor juvenil por los pantalones Bali, al culto por los nuevos Elepants

Son cómodos y se distinguen por el estampado a cuadros; están de moda entre los adolescentes

“Esto no es un pijama”, podría ser la frase que acompañe a los Elepants, los nuevos reyes de la moda masculina. Porque aunque así lo parecen -su estampa a cuadros con elástico y cordones ajustables en la cintura y su innegable holgura remiten a la famosa prenda para dormir-, no lo son en absoluto. Desde su concepción fueron pensados para el afuera, aunque su estética remita a un uso más bien doméstico.

El creador de esta tendencia que es furor entre los jóvenes, aunque también ha salteado generaciones y logró llegar a los de más de 40, tiene 23 años, se llama Augusto Mustafá y es el único hijo varón de una familia de siete hermanos. Cultor de la comodidad en todas sus formas, siempre que viajaba se traía en la valija varios “pijamas” de todo tipo, estampa y color. Pero él no se los ponía para dormir, sino para ir al club o a asados con amigos. “Lógicamente mi vestuario llamaba bastante la atención, pero a mí me gustaba, me parecía cómodo y combinable -cuenta Augusto-. Y tan convencido estaba de eso que hace tres años empecé a desarrollar la idea: hacer de esos pantalones a cuadros que parecían pijamas una prenda funcional para usar todo el día, salir a la calle e ir a cualquier lado con ellos.”

Aunque existen versiones para mujeres y niños, hay que decir que son los hombres quienes han adoptado los Elepants como prenda informal por excelencia. Y no son pocos los que piensan que la invasión de cuadros de colores en los pantalones es la última revolución de la moda masculina. La anterior data de un par de años y había sido encabezada por el chupín de color. Pero los cuadros han superado en audacia a los que se animan a usar un pantalón verde, rojo o violeta.

Tienda Suárez es otro de los que incorporó los cuadros en los pantalones. Sus Domingos tienen la misma propuesta estética que Elepants pero su génesis es diferente: nacieron para estar cómodo y usarlos dentro de casa y eventualmente ir a hacer algún mandado al súper o al quiosco. “Son pantalones para ir al Chino”, dice a modo de definición Agustín Suárez, de Tienda Suárez que de todas maneras los adoptó para mucho más que eso: incluso los usa para ir a la cancha y cualquier actividad al aire libre que implique estar cómodo.

El origen de los Elepants, en cambio, es el afuera. De hecho, para Mustafá lo más difícil fue romper con la idea de que un pantalón de género liviano a cuadros es necesariamente un pijama. “El producto evolucionó. Ya no son pantalones para dormir o estar en casa. Es un ítem informal, canchero, con personalidad y con una impronta propia -define Mustafá-. Pero también creo que el éxito y la aceptación de estos pantalones se debe a una tendencia mundial que dice que los ítems más cómodos se volvieron protagonistas y tienen que ver con la búsqueda de los jóvenes de hacer de la moda algo confortable, libre y descontracturado. Aunque hoy esa búsqueda se amplió y el público adulto también se anima a ponerse unos Elepants.”

Vida country

Así como hace unos años el pantalón Bali, de filosofía más bien hippie, logró imponerse entre el público joven y naturista, los pantalones a cuadros pisan fuerte en 2015 entre quienes adoptan una marcada impronta deportiva y una vida de club o country que se desarrolla sobre todo al aire libre. De hecho y como para tener una idea del público que los usa, durante el Mundial de Rugby que se está disputando Elepants sortea entre sus seguidores de Twitter y demás redes sociales un pantalón por cada try que hacen los Pumas.

Pero también, al igual que los Domingos, estos pantalones los usan los skaters y gente afín al surf, por estética y los locales en donde se venden. “Los bali fueron y siguen siendo una prenda medio hippie. Nuestros pantalones, en cambio, tienen un diseño cuidado hasta en los últimos detalles, incluso en el packaging, porque los usa alguien que está muy atento a la moda y que cuida mucho su look personal”, describe Augusto.

Como el ingeniero en sistemas Federico Salas, de 26 años, que sorprendió a propios y extraños cuando apareció con unos Elepants en una reunión de trabajo fuera de la oficina, en una quinta. “Fue el comentario de la tarde -recuerda risueño el ingeniero-. Creo que impacté porque suelo ser un tipo que adopta looks más tranquilos, pero un amigo me los regaló para mi cumpleaños y me encantaron. Igual recién me animé a usarlos cuando se los vi puestos a un par de personas en la calle”, reconoce Federico, sin dudas orgulloso de haberse animado a traspasar la barrera de los cuadros y el color.

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