Pese a la pobre política industrial llevada adelante por el Gobierno de la Provincia que provocó, junto a las medidas de Nación, la pérdida de más de 7 mil puestos de trabajo, la Gobernadora Bertone intenta adjudicarse el logro del aumento del 24% conseguido por la UOM en negociaciones con AFARTE.
No es la primera vez que la mandataria se apropia de logros ajenos. Más bien parece ser una conducta reiterada que sin embargo, no le ha dado los resultados esperados en términos de imagen de gestión.
Bertone ha hecho en los últimos años un culto de “la foto” y de la búsqueda de estar en el lugar correcto en el momento indicado, pero un electorado cada vez más informado y prevenido de estas viejas prácticas políticas parece darle cada vez más la espalda.
Lo cierto es vez estas picardías tan típicas del peronismo más conservador han quedado obsoletas y la ciudadanía lo nota. El problema es que Bertone no conoce otra forma de hacer política. Tanto le funcionó que llegó ni más ni menos que a la gobernación de la provincia. Pero luego de más de tres cuartas partes de su gestión, la Gobernadora comienza a darse cuenta que las prácticas que la llevaron en su momento a ganar ya no funcionan y que quizá ya es demasiado tarde para aprender otras maneras.
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