Luego de conceder una entrevista al diario La Nación se revelaron contradictorias declaraciones de la gobernadora fueguina.
La gobernadora Rosana Bertone concedió una entrevista telefónica al diario La Nación donde dio detalles parciales de las acciones tomadas en los primeros meses de gestión, minimizando los despidos indiscriminados y la persecución denunciados por los propios gremios.
Consultada sobre su definición como “la primera gobernadora sciolista” contesto.
–“Yo soy peronista y estoy intentando recuperar institucionalidad, y sobre todo pacificar una provincia en la que la conflictividad sindical siempre ha sido muy alta. Estamos pensando en obras de infraestructura estratégicas para no estar dependiendo de la coparticipación ni de los recursos nacionales.”
Esta respuesta no llama la atención ya que tras los graves hechos de corrupción asociados a la figura de Daniel Scioli y el estado de abandono en el que entrego la provincia de Buenos Aires, Bertone busca distanciarse del color naranja que tanto defendió y hasta supo vestir y hacer vestir a sus seguidores.
Bertone, junto a Scioli, Arcando, Walter Vuoto, Martin Pérez y otros referentes fueguinos, vistiendo el color naranja insignia de la campaña de Daniel Scioli.
La gobernadora califico al ajuste que los gremios denuncian en 1000 despidos, como reordenamiento del Estado y lo minimizo solo circunscribiéndolo a la situación de los talleristas.
Apunto a Educación donde detallo “tenemos un ausentismo muy alto, que le ha costado al estado provincial el año pasado 380 millones de pesos.”
Agradeció el acompañamiento de los legisladores de la UCR para las reformas jubilatorias y dejó abierta la posibilidad de acompañar también a Macri en el Senado devolviendo el favor y dando por descontado que cuenta con el voto de Nato Ojeda fiel a la gobernadora y de Julio Catalan Magni que hasta ahora respondia a Florencio Randazzo.
Además agradeció la invitación del Presidente para visitar al Papa Francisco en el vaticano.
Hablo de la importancia del debate de las leyes en el congreso, cuando su gestión como diputada y senadora solo se limitó al igual que el diputado nacional Martin Pérez a la obediencia absoluta sin cuestionar ni un ápice de los proyectos enviados por el ejecutivo al parlamento.
Respecto de la interna del PJ tiene una posición de unidad pero la condiciona, sobre todo cuando es consultada sobre las posibles preferencias de la ex presidenta Cristina Kirchner a quien tanto supo defender.
Consultada si lo votaría a Urtubey como próximo presidente dijo que lo votaría con las dos manos, dejando ver su posición respecto de la interna que se hace cada vez mas cruda.
Por ultimo le dio vuelta la espalda a Cristina Kirchner demostrando la ruptura, “tengo 43 años, estoy un poco cansada de los fanatismos que no conducen a nada.”
