LA CARTA. “Con interés he leído en vuestro diario tres publicaciones recientes referidas a un tema muy presente en la sociedad y nuestra realidad cotidiana en áreas que involucran la urgencia y delicadeza implícita en la salud en niños con epilepsia refractaria resistente a los tratamientos convencionales y la utilización del aceite de cannabis sativa como tratamiento alternativo en estos difíciles casos.
Nosotros, como médicos tratantes de sufrientes niños y sus familiares, somos conscientes de la gravedad y la urgencia del cuadro de un chiquito que convulsiona sin control. En la Argentina, con la coordinación del Hospital Nacional de Pediatría Juan P. Garrahan, se están ultimando los detalles para iniciar estudios con los máximos estándares de seriedad y rigurosidad científica y controles metodológicos para hacer las cosas del modo que deben hacerse, esto es con administración controlada del principio activo con los perfiles de bioseguridad requeridos para no exponer a nuestros pacientes a riesgos innecesarios y para poder sacar conclusiones válidas verificables y fundadas en las mejores prácticas epileptológicas.