8 errores que dañan tu salud.

Estas son las faltas más comunes de las mujeres cuando entrenan. Prestá atención a lo que dicen los especialistas y evitá que te pasen a vos.

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ACORDARTE DE TU CUERPO A ÚLTIMO MOMENTO  
Las mujeres queremos llegar espléndidas al verano, pero nos acordamos de tonificar las piernas, perder los kilos de más y aplanar la panza  recién en octubre o noviembre, cuando estamos en la cuenta regresiva hacia el traje de baño. La verdad: nuestro cuerpo necesita hacer actividad física todos los meses. Recordá que la continuidad, la repetición y un equilibrio general en tus hábitos de ejercicio, alimentación y descanso son el combo perfecto no solo para llegar bien al verano, sino para mantenerte así los 365 días del año.

BUSCAR RESULTADOS MÁGICOS EN POCO TIEMPO.
La ansiedad por notar cambios favorables en tu organismo puede llevarte a exigirle a tu cuerpo mayor rendimiento del que en verdad puede realizar. Es importante que “escuches” a tu cuerpo y que hagas la actividad física adecuada a tu peso, a tu fuerza y a la resistencia de tus miembros. Solo con el tiempo vendrán los resultados visibles. Agilizar este proceso conlleva un sobrecalentamiento del músculo que podría ocasionarte lesiones de todo tipo.

ELEGIR UN LUGAR O UN ENTRENADOR POCO PROFESIONAL
El éxito de tu actividad física dependerá no solo del lugar donde la lleves a cabo, sino también de los profesionales que interactúen con vos. Por eso es importante que conozcas su formación y experiencia. En la Ciudad de Buenos Aires, por ejemplo, la ley Nº139 establece que los profesionales responsables en los gimnasios deben ser Profesores de Educación Física (si te dicen que son “profesores de gimnasia”, desconfiá). El incorrecto seguimiento de un profesional sobre tu desempeño te pone en riesgo de hacer mal un ejercicio y lesionarte o elegir una actividad demasiado exigente para tu estado físico.

UTILIZAR EL CALZADO INCORRECTO
Ojotas, alpargatas, zapatillas de lona. Calzados de calle o playa que son divinos para el ocio, pero inapropiados para hacer actividad física. Tu cuerpo necesita ejercitarse sobre una base sólida y cómoda que sostenga el resto del cuerpo. Para fitness, los especialistas recomiendan una suela semidura sin tapones, ya que al pisar con fuerza podrías lastimarte la espalda. Actualmente, el mercado ofrece diferentes propuestas de diseño de calzado deportivo para mujeres, que te permiten conservar el estilo dentro del gimnasio.

ELEGIR ROPA INADECUADA
El tipo de tela y el grado de comodidad son las variables que debés tener en cuenta cuando armes tus equipos de fitness. La ropa muy ajustada dificulta la vasodilatación y la circulación sanguínea. Por eso se aconsejan las prendas holgadas y de telas diseñadas para que el cuerpo transpire y que la piel respire. Deciles un “no” rotundo a los tejidos sintéticos que te abrigan y te hacen transpirar más (ese “efecto sauna” es perjudicial). La idea es que no te deshidrates durante el ejercicio físico.

NO OBEDECER A LOS PROFESIONALES
Quizá fue tu médico quien te recomendó hacer algún tipo de actividad física en particular, y cuando llegás al gimnasio querés hacer otros ejercicios que no responden a lo que él te prescribió. Por más que aquellos te parezcan más aburridos, vas a lograr mejores resultados y a cuidar tu salud si seguís los consejos de tu médico. De lo contrario, corrés riesgo de empeorar el problema físico que fue la causa inicial de consulta con el profesional. Del mismo modo, no obedecer las instrucciones de tu profesor cuando te marca la posición para trabajar podría llevarte a una grave lesión muscular.

REALIZAR MAL LOS EJERCICIOS
Es el error que más se vincula como causa o consecuencia de los demás. Preguntá cuantas veces sea necesario si aún tenés dudas sobre cómo realizar un ejercicio. Todos tienen algún tipo de complejidad y requieren del asesoramiento de un profesional. Es preferible que despejes los interrogantes que terminar lastimada.

NO LLEVAR UNA VIDA EQUILIBRADA
Matarte en el gym y luego comer mal, beber alcohol en exceso o dormir poco es una incoherencia y, además, impide que tengas éxito en tu entrenamiento. Toda ejercitación debe ir acompañada de hábitos saludables: la movilidad, la ejercitación, la relajación y una dieta alimentaria saludable y variada en nutrientes y minerales que te aporten la energía necesaria para hacer actividad física.

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